Fumar marihuana durante el embarazo puede perjudicar seriamente la salud del feto, ya que se ha visto, en un estudio llevado por investigadores de la Universidad de Nevada (Estados Unidos), que su consumo se asocia a un peso más bajo al nacer, una menor resistencia a las infecciones y niveles más reducidos de oxígeno.
Para llegar a esta conclusión, publicada en el ‘Journal of Maternal-Fetal and Neonatal Medicine‘, los científicos estadounidenses revisaron las ecografías de casi 450 mujeres embarazadas que consumían diariamente cannabis.
De esta forma, pudieron comprobar que el consumo habitual de esta sustancia provoca un retraso en el crecimiento fetal, lo que puede poner en riesgo al niño de determinados problemas de salud durante el embarazo, el parto e incluso después del nacimiento.
Los investigadores pudieron comprobar que el consumo habitual de esta sustancia provoca un retraso en el crecimiento fetal lo que puede poner en riesgo la salud del futuro recién nacido. También encontraron en los fetos de estas mujeres un aumento en la resistencia vascular placentaria tanto en el segundo como en el tercer trimestre de embarazo, lo que puede interrumpir el flujo necesario de sangre rica en oxígeno a través de la placenta y conduce a un retraso en el crecimiento.
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“La exposición a algunos compuestos químicos que se pueden encontrar tanto en el humo del tabaco como de la marihuana puede explicar las anormalidades de crecimiento que hemos observado. Los compuestos, conocidos como hidrocarburos aromáticos policíclicos, están presentes en el humo del tabaco y la marihuana, pero algunos estudios han demostrado una mayor concentración de estas sustancias en el consumo pasivo de cannabis en comparación con el humo del tabaco”, han aseverado los expertos.
Si bien se necesitan estudios adicionales para comprender mejor el impacto negativo del consumo diario de marihuana en el crecimiento fetal, los investigadores han avisado de que se debe desaconsejar su consumo y el de sus derivados durante el embarazo.
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