Aún el mundo sigue con los proyectos de legalización de Cannabis, esto no se ha parado, ya que muchos son los trabajos que han demostrados que el cannabis, puede ayudar a diversas enfermedades, casi hasta mortales.
No solo Norteamérica y Europa, sino que hasta Latinoamérica, entre países como Chile, Ecuador, son naciones que tienen legalizado el cannabis.
Sin embargo, El Director de Relaciones con los Medios de la Asociación Nacional de la Industria Cannábica, Morgan Fox, a través de una entrevista sobre la regulación, la reforma de políticas y la representación en el campo del cannabis estadounidense, apuntó ciertas cosas.
La Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (NCIA) se fundó en 2010 a raíz del Memorando Ogden del Departamento de Justicia de los EE. UU., Que instó a los fiscales a que prioricen el despliegue de recursos federales en el enjuiciamiento de pacientes gravemente enfermos por consumo de cannabis siempre que los pacientes y sus cuidadores cumplieran Con regulaciones estatales.
10 años después, la asociación cuenta con una membresía de casi 2,000 empresas y decenas de miles de profesionales de toda la industria del cannabis; y opera el NCIA-PAC, un Comité de Acción Política que proporciona fondos para los candidatos a cargos públicos que apoyan la política progresiva del cannabis.
Todo esto con el motivo de seguir creciendo con la industria cannabica, y además que siga ayudando a muchos científicos para que trabajen en las curaciones, de diversas enfermedades.
Por ello, el NCIA se dedica a representar y promover la profesionalidad y las buenas prácticas dentro de la industria; y trabaja para influir en las políticas para garantizar un ecosistema legislativo y socioeconómico positivo en los EEUU, para los miembros de la industria y las partes interesadas.
Asimismo, el Director de Relaciones con los Medios de NCIA, Morgan Fox, le cuenta a Medical Cannabis Network sobre la regulación, la reforma de políticas y la representación en el campo del cannabis estadounidense.
Con más y más estados de EEUU, Adoptando un enfoque cada vez más indulgente con respecto a la regulación del cannabis.
La dificultad de encontrar bancos para trabajar con las empresas de cannabis, junto con el hecho de que esas empresas no pueden deducir los gastos de sus impuestos federales como otras industrias, coloca una tremenda carga financiera en el mercado regulado que hace que sea muy difícil competir con operadores ilícitos.
Además, las restricciones bancarias crean enormes problemas de seguridad pública y transparencia; además de hacer que sea casi imposible para las pequeñas empresas o cualquier persona sin redes financieras profundas acceder al capital.