El cáncer es una enfermedad degenerativa, que requiere de acuerdo a su avance en el paciente de tratamientos muy invasivos como las quimioterapias o radioterapias, los cuales generan otra sintomatología que resulta totalmente desagradable para el paciente. El cannabis puede fungir como alternativa de atención de salud, ante esta patología y sus secuelas secundarias. Es así que la marihuana, ofrece beneficios para la mejoría de las náuseas, vómitos, al mismo tiempo la mejora del apetito y alivio del dolor de ese malestar general que se desprende bien sea de las quimioterapias o radioterapias.
Al mismo tiempo, el cannabis ayuda en el alivio de los síntomas propios de la enfermedad entre los cuales se encuentran los trastornos de sueño, afectación del ánimo del paciente, el dolor producido por metástasis o no. También el cannabis, puede servir como un tratamiento paliativo en etapas terminales de esta enfermedad. Frente a este tipo de situaciones, es de gran provecho el THC con respecto a los aportes psicoactivos que este cannabinoide y así contribuye a disminuir niveles de angustias en pacientes de cáncer. De esta manera el paciente logra relajarse y la carga de esta enfermedad resulta más llevadera.
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Por otro lado el cannabis, funciona como un agente antitumoral, es decir ayuda en el impedimento de formación de tumores, al generar por ejemplo la apoptosis –suicidio o eliminación- de células tumorales que afecten células sanas, también reduce la formación de vasos sanguíneos lo cual ayuda a bajar la nutrición de los tumores. Así también la marihuana logra inhibir la migración de células lo cual impide los riesgos potenciales de formación de células cancerígenas evitando de esta manera su propagación y/o metástasis.
Estos beneficios mencionados, han sido comprobados tanto para el cáncer en animales como seres humanos, por tanto es altamente recomendado para abordar integralmente tratamientos de tipo oncológicos.
