La marihuana recreativa será legal en Nuevo México en menos de seis meses. ¿Qué impacto tendrá la marihuana legal en los adolescentes del estado?.
Los expertos en Colorado tienen una advertencia para los nuevos mexicanos, aconsejando a los padres que vigilen de cerca a sus hijos. Cuando Colorado legalizó la marihuana hace ocho años, fijaron la edad en 21 con la esperanza de mantenerla fuera del alcance de los adolescentes.
Los legisladores encargaron un estudio para rastrear los cambios en Colorado durante los primeros cinco años de legalización de la marihuana. Cuando se trata de niños, hay algunos puntos brillantes en el informe del estado: cuando la marihuana se legalizó, no hubo un aumento en el número de estudiantes de secundaria o preparatoria que la consumían. Sin embargo, las personas de las Escuelas Públicas de Denver encargadas de mantener seguros a esos niños dicen que hay algunos problemas peligrosos que el informe no muestra.
El porcentaje de estudiantes de secundaria que consumen marihuana, aproximadamente 1 de cada 5, no cambió, según el informe. Lo que sí cambió fue la marihuana. “Es un producto muy diferente ahora porque el nivel de concentración es mucho más alto”, dijo Michelle Holien, directora de Servicios de Prevención de las Escuelas Públicas de Denver.
Para decirlo suavemente, la marihuana a la venta en los dispensarios de Colorado no es su marihuana común y corriente. “Lo que había en los 80, 90 tenía una potencia del 3-5%. Los productos ahora, en términos de algunos de los concentrados que están disponibles, llegan hasta el 90-95% de concentración”.
Con consecuencias reales para los estudiantes de secundaria y preparatoria que lo fumen, la salud mental es solo una de las preocupaciones de Holien. “El lóbulo frontal es la última parte del cerebro en desarrollarse y esa es la parte que controla el juicio, el pensamiento crítico y la planificación a largo plazo”, dijo Holien. “Así que las personas que consumen sustancias antes de que se desarrolle su cerebro tienen el potencial de afectarlo de forma permanente”.
El informe del estado también muestra que los casos de disciplina en las escuelas aumentaron en más del 40% cuando se legalizó la marihuana. “La investigación muestra que cuantos más estudiantes son suspendidos o expulsados, mayor es la probabilidad de que terminen en el sistema de justicia juvenil y potencialmente en el futuro en el sistema penitenciario”, dijo Holien.
George Brauchler se desempeñó como fiscal de distrito del 18 ° Distrito Judicial de Colorado durante los primeros ocho años de marihuana legal. La oficina de Brauchler se ocupa de los estudiantes de secundaria y preparatoria acusados de delitos. Teme que lo peor esté por venir. “No lo sabemos todavía. Simplemente no sabemos todavía cuál será el impacto en nuestros hijos. Lo veremos más tarde”, dijo Brauchler.
Una cosa que sí sabemos es que el consumo de marihuana en Colorado despegó entre los estudiantes universitarios. “Podemos ver que en general, el consumo de cannabis por parte de los jóvenes no se ve muy diferente, pero ese guión cambia cuando comenzamos a mirar a los estudiantes universitarios en particular”, dijo David Arnold, de la Coalición para Educadores de Alcohol y Drogas en el Campus de Colorado.
Una encuesta de 2018 a estudiantes universitarios mostró que el consumo diario y casi diario de cannabis en los campus universitarios de Colorado era de 2 a 3 veces mayor que en los campus de todo el país.
Holien dice que la investigación muestra que programas como DARE, con grandes asambleas que hablaban sobre drogas y todas las cosas aterradoras que pueden suceder, en realidad no funcionaron. En cambio, dice que si desea una prevención eficaz, debe ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades de afrontamiento, estrategias y habilidades de resistencia. También agregó que cuanto antes los padres hablen con sus hijos sobre la marihuana, mejor.
Holien agrega una nota final para la perspectiva: a pesar de ocho años de marihuana legalizada en Colorado, el alcohol, dice, sigue siendo el principal problema de abuso de sustancias entre los estudiantes de las escuelas públicas de Denver.
