Según encuestas, un creciente número de futuras madres recurren a productos derivados de la marihuana como remedio contra las náuseas matutinas y los dolores de cabeza, aunque la ciencia no ha respaldado su efectividad.
La decisión aprobada en votación por el poco conocido Comité de Identificación de Tóxicos para el Desarrollo y la Reproducción no entrará en vigor durante un año, y se desconocen las consecuencias que tendrá en la emergente industria de la marihuana.
La votación se efectuó después de horas de debates entre los integrantes de un panel científico de nueve miembros que examinaron la fiabilidad y precisión de los contenidos de abundantes estudios efectuados a personas y animales, incluidos ratones, ratas y peces.
Según encuestas, un creciente número de futuras madres recurren a productos derivados de la marihuana como remedio contra las náuseas matutinas y los dolores de cabeza, aunque la ciencia no ha respaldado su efectividad.
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Desde 2009, California ha enlistado al humo de marihuana como una causa conocida de cáncer, similar al humo del tabaco. En la votación se aprobó incluir al THC y al humo de la marihuana en la lista de sustancias que el estado considera causan defectos congénitos u otros problemas de desarrollo, y que los productos derivados de la yerba lleven las respectivas etiquetas de advertencia.
Representantes de la industria del cannabis afirman que hay poca investigación solida sobre el THC que sustente la implementación de la medida y advirtieron que podría exponer a las compañías del sector a demandas frente a reclamos no comprobados de daños por uso de la marihuana durante el embarazo.
Ellen Komp, subdirectora del grupo defensor de la marihuana legal California NORML, dijo al panel que los estudios sólo examinaron a mujeres que fumaron marihuana, no a quienes la utilizaron en vapeadores, lociones tópicas u otros métodos. En conjunto, los estudios “redituaron resultados contradictorios”, agregó.
Algunos estudios no aclararon la frecuencia con la que las madres utilizaron la marihuana durante el embarazo o qué otros productos consumieron. Otros no incluyeron casos en los que las madres utilizaron marihuana y tabaco, y si esto podría haber distorsionado los resultados. En otros casos, los estudios dependieron de los relatos de las nuevas madres, poniendo en duda la fiabilidad de la información.
