Recientemente, la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas votó para reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa, eliminándola de la Lista IV, donde figuraba junto con los opioides peligrosos y altamente adictivos.
Es un paso histórico y muy retrasado, y un paso importante para desestigmatizar un medicamento que ha demostrado ser más útil que dañino para fines médicos.
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La marihuana medicinal puede cambiar la vida. Los pacientes con enfermedades debilitantes y dolor crónico han encontrado alivio y normalidad después de que sus médicos les receten cannabis medicinal. También ha demostrado ser una excelente alternativa a los opioides. En una región con cifras asombrosas de abuso de opioides, esto no puede pasarse por alto. Los condados que rodean a Waco tienen algunas de las tasas de prescripción de opioides más altas del estado, y el condado de McLennan tiene un promedio alarmante de 63,2 recetas de opioides por cada 100 personas. La marihuana es una opción más segura y bien tolerada en muchos casos, y una herramienta que Texas debería permitir que nuestros médicos de confianza la utilicen como mejor les parezca.
La Legislatura de Texas ha mostrado gran comprensión y compasión por este tema hasta ahora, pero hay más trabajo por hacer. Como ha demostrado la ONU, debemos reorientar nuestro pensamiento sobre la marihuana y no debemos permitir que sea una víctima de la “Guerra contra las Drogas”.
